Nuestra vida, sin la paz sería nada más que guerras. La paz tiene que ocupar todo nuestro corazón, pero con solo uno no basta. Tenemos un gran recurso para acabar con las guerras. La paz, está en nuestras manos. Tendríamos todos que defenderla. Con solamente una persona, que falle en este intento, tendríamos que volver a empezar. No cuesta nada, solo es cuestión de repartir amor y cariño por todo el mundo: respetar la ciudadanía entre todos los habitantes, sentir respeto hacia tu conocidos, todo eso es un pequeño grano de arena. Que si cada uno pone el suyo en común, tendremos un mundo mas seguro y feliz.
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